Por Chris Bates, osteópata (DO), terapeuta equino y profesor del London College of Animal Osteopathy (LCAO).
Volvemos con la Parte II de Preparación para su profesional equino. Empecemos con....
Formadores e instructores
Aquí en el Reino Unido, una de las primeras cosas que deseaba mi entrenador era una taza de té (¿podemos ser más británicos?), pero hay muchas cosas que puede hacer para asegurarse de aprovechar al máximo sus visitas.
Si va a dar una clase, le será de gran ayuda calentar un poco antes de subir al caballo.
Mucha gente habrá estado preparando su caballo o limpiando el suelo, por lo que es posible que se sienta ágil, pero unos simples estiramientos pueden mejorar mucho su rendimiento sobre la silla y evitar los dolores musculares posteriores.
Uno de los principales problemas de la posición del jinete, especialmente en el trabajo a llano, son los flexores de la cadera. Un simple estiramiento de pie puede ser de gran ayuda.
Sujétese con una mano a un objeto estable, como la puerta de un establo, y con la otra sujete el tobillo. Lleve el pie levantado hacia los glúteos y mantenga la postura erguida, con las caderas recogidas debajo de usted.
Sentirá un agradable estiramiento en la parte delantera de la cadera y el muslo. Mantenga la posición durante unos 20 segundos y repita con la otra pierna.

Intente sentarse y alternar entre señalar los dedos de los pies hacia adelante y levantar los pies hacia usted (con ambos tobillos). Es posible que necesite quitarse las botas de montar, ya que pueden restringir el movimiento de los tobillos.
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Su columna vertebral debe mantenerse erguida pero móvil mientras monta. La rigidez en la espalda puede causarle dolor y también afectar el movimiento de su caballo.
Pruebe realizar una movilización espinal sencilla antes de su lección. Un rollo espinal es una excelente manera de activar su espalda. Póngase de pie con los pies juntos o muy cerca, meta el mentón y, lentamente, vaya bajando hacia sus rodillas, poco a poco.
Algunas personas prefieren exhalar lentamente mientras realizan este movimiento para ayudar a la movilidad. Inhale al volver a subir lentamente hasta quedar erguido de nuevo.
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Una suave inclinación lateral puede estirar su espalda y, al mismo tiempo, movilizar los hombros. Con los pies a la altura de los hombros o un poco más separados, incline su cuerpo hacia un lado y deje que su brazo se eleve por encima de su cabeza.
Sienta el estiramiento a lo largo de los costados, a través de las costillas y por todo el brazo. Repita hacia ambos lados según sea necesario.
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Un ejercicio de torsión también es útil para el trabajo montado, ya que la rotación del tronco es muy importante para poder moverse de manera suave en una curva con su caballo.
Esto también le ayuda a ser consciente de no girar de manera incorrecta mientras monta. La simple conciencia puede transformar sus sesiones.
Levante los brazos a la altura de los hombros o júntelos, luego rote su cuerpo hacia la derecha y luego hacia la izquierda. Sienta cómo esto altera la posición de su pelvis y la distribución del peso, y tómese un momento para ser consciente de cómo eso se sentirá para su caballo.
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Por último, asegúrese de que su equipo y accesorios estén limpios y sean seguros. Revise las costuras de las riendas y los filetes para evitar accidentes.
Prepare el acceso a cualquier equipo, como barras o saltos, de manera que su entrenador pueda moverlos fácilmente para ahorrar tiempo (recuerde que está pagando por su tiempo, hágalo contar).
También podría ser útil informar a otros jinetes sobre su reserva, para que haya suficiente espacio disponible en la pista de entrenamiento.
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Veterinarios
Todos esperamos que el veterinario no tenga que venir, pero incluso un caballo saludable necesita vacunaciones, revisiones dentales/raspado y documentos para viajes y competiciones. Existen algunas cosas que los veterinarios realmente aprecian y que no requieren mucho tiempo para realizar.
Si el veterinario necesita ver al caballo en movimiento, se aplican los mismos consejos que mencionamos en la sección anterior sobre cómo prepararse para una sesión con un terapeuta. En el establo, lo mismo aplica, aunque una cosa que puede ser muy útil es estar del mismo lado en el que el veterinario está trabajando.
Esto significa que si el caballo se mueve, es menos probable que se acerque al veterinario, y también facilita la comunicación sobre lo que el veterinario podría necesitar que haga.
Si tiene cama en el establo, retire cualquier material de cama sucio y los excrementos, y despeje el suelo moviendo la cama hacia los laterales del establo. De esta manera, si el veterinario deja caer algo, como una aguja, un frasco o equipo de diagnóstico, podrá encontrarlo fácilmente y evitar lesiones y costos adicionales.
Tenga a mano documentos como el pasaporte del caballo (si se requiere en su país), ya que las fechas de vacunación deben estar registradas en él y el veterinario puede necesitar consultarlo para obtener detalles.
A los veterinarios realmente les gusta tener acceso a instalaciones limpias para lavar sus manos, ya que pueden estar realizando procedimientos que requieren ser lo más estériles posible, como una operación menor.
Si no tiene acceso a agua corriente caliente, tal vez pueda hervir agua en una tetera y preparar un cubo de agua tibia.
Si el caballo requiere atención por cojera o enfermedad, puede ser útil tener un bloc de notas o un grabador de voz en su teléfono para ayudarle a recordar cualquier consejo sobre cuidados posteriores que el veterinario le proporcione. Puede haber muchas cosas que recordar, como la dosis de medicamentos, la alimentación y los cambios en la rutina.
En conclusión, tomarse el tiempo para prepararse para la visita de un profesional puede permitirle a usted y a su caballo aprovechar al máximo la consulta y hacer que el trabajo del profesional sea más fácil.
Piense en cómo le gustaría que fueran las cosas si estuviera en el lugar del profesional y utilícelo como guía. Siempre puede contactar a su profesional antes de la visita para preguntar si tiene alguna preferencia específica para la preparación.
Como nota adicional: es un buen gesto ofrecerle siempre una taza de té o café a su visitante profesional cuando llegue. ¡La oferta siempre es muy apreciada, ya sea que la acepten o no!